A la Imagen de Cristo
Colosenses 3:8-11

"¿El poder de Dios?"
 

          "Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. Porque la palabra de la cruz es locura para los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sibiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. Dónde está el sabio? Dónde está el escriba? Dónde está el disputador de este siglo? No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios" (1 Co. 1:17-24).

        Hoy en día es común oír a la gente hablar acerca del poder de Dios. Muchas personas testifican de cómo el poder de Dios le ha sanado de alguna enfermedad o bendecido con riqueza financiera, o le ha hecho caer en éxtasis o hablar en lenguas. Hoy muchos de los llamados sanadores evangélicos atrevidamente proclaman que han sido ungidos con poder de lo alto. Ellos realizan supuestas sanidades y otras señales y prodigios mentirosos para hacer creer a las personas que ellos han sido ungidos por el gran poder de Dios. Muchos profesan que Jesús se manifiesta corporalmente a ellos y les instruye en Su voluntad. Es sorprendente las piruetas que a estos charlatanes se les ocurre para engañar a la gente a creer que ellos tienen el poder de Dios. En realidad, como presentadores o animadores, ellos continúan tratando de sobrepasar a los demás en su ascenso a la fama y poder. Un hombre sopla su aliento a las personas y estos caen de espaldas como si fueran derribadas por algún poder o fuerza. Ellos llaman esta maniobra el ser muerto en el Espíritu, el cual por cierto, es algo nunca visto en las Escrituras. ¿Es este hombre realmente ungido con el poder de Dios, o sólo tiene un caso crónico de mal aliento? Otro hombre proclama que un Jesús de 900 pies de altura habló con él, ya que aparentemente la manifestación de un Cristo de tamaño normal era demasiado común y no espectacular. Está llegando a ser “normal” que nuevas señales caprichosas y prodigios aparezcan y tomen el escenario central, y a medida que el tiempo pasa estas son cada vez más extrañas.

        Queridos amigos, el poder de Dios no es un espectáculo de circo como es muy comúnmente presentado hoy. No son señales y prodigios como muchos de los estafadores de nuestro tiempo desean que la gente crea. El verdadero poder de Dios se manifiesta en la predicación de la cruz, es visto en las almas perdidas que se salvan de la ira de Dios y en la herencia de la vida eterna, como lo señala el texto de arriba. Me sorprendo cuando observo algunas de las señales y prodigios de los actores de hoy; se enfocan en la salud, la riqueza, las señales y los prodigios que ellos profesan hacer, y difícilmente se les oye hablar claramente del evangelio. Tienen audiencias enormes que vienen a ellos buscando señales, o sanidades o para observarlos ejecutar sus trucos. Se ha convertido en una forma de "diversión cristiana". Jesucristo mismo advirtió en contra de tales cosas en el libro de Mateo:

        "Entonces respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Mt. 12:38-40).

        Cristo dijo que era una generación mala y adúltera, no justa ni piadosa, la que buscaría señales. Lo que es mas sorprendente en este versículo es que la única señal que Jesús iba a darles era la de Jonás, quien estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches, lo cual era una figura de la sepultura del Señor en el corazón de la tierra. El Señor Jesús señalaba así a Su muerte de sacrificio, Su sepultura y resurrección. La única señal que Él iba a darles era el evangelio. Nuestro texto de 1 Corintios 1 dice que los judíos buscaban una señal y que la cruz era tropezadero para ellos. Cuán triste es que estas personase desaprovechaban el evangelio que podía salvar sus almas, porque su enfoque estaba en las señales y los prodigios en lugar de Jesucristo y lo que hizo en la cruz.

        Aquellos que buscan señales pensando que las señales son el poder de Dios, se engañan a sí mismos. La Biblia advierte acerca del hombre que engañará a la mayoría del mundo con su poder, señales y prodigios mentirosos, en 2 Tesalonicenses:

        "Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (2 Ts. 2:8-10).

        Este hombre será el anticristo, y usará señales y prodigios para engañar a las personas del mundo. Aquellos que piensan que las señales y los prodigios son la forma en que Dios manifiesta Su poder, serán fácilmente engañados por el anticristo quien será poseído por el mismo Satanás. En realidad, el anticristo se proclamará ser Dios, y la mayoría del mundo lo adorará como tal. No sorprende entonces que Jesucristo dijo que era una generación mala y perversa la que buscaba señales.

        Recuerden, la verdadera manifestación del poder de Dios es la predicación del evangelio el cual tiene poder para salvar a aquellos que creen. El apóstol Pablo sabía cual era el verdadero poder de Dios y lo hizo claro en 1 Corintios 1:17-24. Él escribió lo mismo en su epístola a los romanos:

        "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego" (Ro. 1:16).

        Querido amigo, el único modo de experimentar el verdadero poder de Dios en su vida es arrepentirse de sus pecados y creer el evangelio. Aún si los llamados sanadores evangélicos pudieran hacerle saludable y rico algún día, usted todavía morirá y se encontrará frente a su Creador, quién lo juzgará (He. 9:27). Si usted se ha arrepentido de su antigua vida de pecado y ha creído la predicación de la cruz de Jesús, heredará la vida eterna. Si la cruz es tropezadero para usted y su vida nunca ha sido transformada por el poder salvador de la cruz de Jesucristo, será condenado y experimentará la segunda muerte, la cual es ser echado en el lago de fuego, donde habrá el lloro y el crujir de dientes por toda la eternidad (Ap. 20:11-15). Permítame darle una sano consejo, clame al Nombre del Señor Jesús mientras todavía haya tiempo de ser salvo (Ro. 10:9-13). No lo posponga otro día, porque entonces podría ser demasiado tarde (2 Co. 6:2).

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