A la Imagen
de Cristo
Colosenses 3:8-11
"El Cristiano y Halloween : Trick, or Treat? (¿Truco, o Trato?)"
"No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios ". 1 Co. 10:21
¿Quién no recuerda las experiencias de Halloween de su niñez? ¡Yo sí! Cuando era niño siempre esperaba el final de octubre. El salmón estaba al final de su andar en el río, y las hojas habían cambiado de color y se estaban cayendo, haciendo espacio en los árboles para los retoños del año siguiente. Para mí esto significaba que el tiempo se estaba acercado rápidamente para que pudiera vestirme de mi disfraz favorito, reunirme con mis amigos, e ir de casa en casa con la esperanza de obtener mis caramelos favoritos. Los patios estaban "decorados" con tumbas, y fantasmas hechos de sábanas colgaban de los árboles. Algunas personas se vestían de sus viejos disfraces y abrían las puertas esperando darnos escalofríos.
El saludo era siempre el mismo, al unísono gritábamos, "trick or treat!" (¡truco o trato!) y sosteníamos nuestras bolsas en alto para el regalo que nos esperaba. Siempre esperábamos hasta que empezara a oscurecer para comenzar nuestra aventura a manera de ocultar nuestras supercherías a lo largo del camino. Eran trucos inofensivos como aplastar las calabazas horriblemente esculpida, tocar el timbre de las puertas y correr a escondernos, o quizás enjabonar algunas ventanas a lo largo del camino, o poner papel higiénico a una de las casas que no contribuían a la riqueza de las bolsa de caramelos. A medida que crecía, el 31 de octubre se convirtió en una noche para salir, no para disfrazarme y buscar caramelos, sino para salir con mis amigos para ver en cuántos problemas podría meterme sin ser pillado. Halloween para mí se había convertido en un tiempo de maldad.
Todo esto parece muy inofensivo por fuera, como una fase por la que pasan los niños, y además, casi todo el mundo lo hace, ¿verdad? Pero después de haber nacido de nuevo y convertirme en un hijo de Dios, empecé a examinar esta "inofensiva" costumbre a la luz de la Palabra de Dios. Todo aquel que profesa ser un hijo de Dios debería hacer esto, pero muchas personas nunca llegan a hacerlo. Es más fácil "ir con la corriente". Descubrí que no hay rasgo de este celebrado día de fiesta en las Escrituras. Así que, para llegar al origen de Halloween tuve que ir a fuentes seculares, paganas, y allí rápidamente descubrí su origen. Aunque hay puntos de vista conflictivos en cuanto a su origen exacto, sin embargo está claro que nunca fue originado para honrar a Dios, y no lo hace. En realidad, aprendí lo que cualquiera envuelto en lo oculto ya sabe, que ese es un tiempo cuando los poderes de las tinieblas son glorificados. Es una celebración de los muertos, aquellos que practican "Ouija" (hechicería) y aquellos de otras prácticas ocultistas a menudo ven este como el mejor momento de entrar en comunión con los muertos.
El propósito de este artículo no es debatir los orígenes de esta malvada fiesta ni exponer a los que la guardan con sus implicaciones espirituales. Es señalar principios bíblicos que nos ayuden a saber cómo nosotros los creyentes genuinos en Cristo deberíamos actuar respecto a esta "fiesta". El texto al principio de este artículo nos ofrece una muy clara visión de qué es lo que Dios desea que hagamos en relación a la celebración de algo que no es de Dios ni tiene nada que ver con Él. La Escritura claramente enseña que si no eres un hijo de Dios, eres un hijo del diablo. No hay nada por el medio, ningún terreno neutro para el indeciso, y cada persona será juzgada conforme a lo que hace con el Hijo de Dios, si le acepta como su Señor y Salvador personal, o si le rechaza, mostrando así ser un hijo de las tinieblas. Nuestro texto, 1 Corintios 10:21, lo hace muy claro que no podemos servir ambos reinos. ¡Cuán poderosas son esas pocas palabras "no podéis" ! No es una sugerencia. No es un consejo amigable ni una opinión para tomar o dejar según se desee. Es una declaración de una realidad. "No podéis" significa que es imposible. Sólo puedes honrar a uno, ya sea el reino de Dios o el reino de las tinieblas, con tu elección y tus acciones. Imagínese con dos vasos llenos de agua, uno en cada mano, e intenta traer los dos a la boca al mismo tiempo para beber. ¡Que enredo usted tendría! O imagínese dos mesas arregladas para dos ocasiones diferentes, y trate de sentarse en ambas a la vez. Imposible, y esta es la figura que se nos da por medio de la Palabra de Dios. Las cosas que escogemos hacer, o honran a Dios o sirven al diablo.
"Y no participéis en las obras infructuosas
de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
porque vergonzoso es aun hablar
de lo que ellos hacen en secreto". Efesios 5:11-12
Cada año, cuando este malvado día festivo de acerca, me sorprendo con los artículos de periódico que veo de iglesias y organizaciones religiosas anunciando sus "casas embrujadas" o diciendo " vengan a celebrar Halloween en un lugar seguro" o, "únase a nosotros en su fiesta de Halloween". Nosotros como cristianos somos llamados a un supremo llamamiento a vivir vidas santas (1 Pedro 1:16) y a ser separados del mundo. Está muy mal tomar algo del mundo que es abominación a Dios y tratar de "cristianizarlo". ¡Halloween no puede se cristianizado! Efesios 5:11 nos dice que no participemos en las obras infructuosas de las tinieblas. Me temo que algunas personas usan la palabra "participación" (comunión) simplemente porque suena amistosa, y nunca le dan mucha importancia a lo que realmente significa. La frase "no participéis" aquí significa no tomen parte o sean parte de. "Obras" se refiere a los hechos, cosas, o cosas hechas, y "tinieblas" se refiere a los poderes malignos que dominan el mundo. Póngalo todo junto y Dios nos está diciendo que no tomemos parte de nada que el príncipe de este mundo ha establecido para su gloria. No deberíamos estar participando en eso, y no deberíamos respaldarlo. En realidad nuestro pasaje de la Biblia va más lejos para darnos mayor instrucción, es decir, para reprobarlos y exponerlos, criticarlos, denunciarlos y corregirlos. Informa a aquellos con quienes tenga usted contacto acerca de lo incorrecta que es esta práctica. Muchas personas encuentran esto muy difícil porque les causa separarse de familiares y amigos. Nos puede causar cuestionar nuestros líderes de la iglesia si estos están envueltos en estas cosas. Pero la Palabra de Dios tiene razón, aún si personas "religiosamente respetadas" lo contradicen. Así se hizo en los días de Israel, y los profetas del Señor censuraron a los líderes espirituales de la nación. La clave aquí no es lo que "mi iglesia" o "mi pastor" hace, sino lo que la Biblia dice. Nosotros como cristianos estamos para contender ardientemente por la fe (Judas 1:3). Servimos a un Dios justo y santo y los poderes de las tinieblas están en guerra contra Él. Somos soldados en Su ejército, con una misión que cumplir, y deberíamos ser incondicionalmente leales a Él. El tomar algo tan malvado y vil como Halloween y tratar de incorporarlo en Su iglesia que Su Hijo compró y pagó con Su propia (preciosa) sangre es una afrenta y ofensa a Dios, y una vergüenza para nosotros participar en tales cosas. La idea de meter actividades paganas en la iglesia y corromper lo que Dios llama Suyo debería hacernos estremecer, porque los profetas antiguos denunciaron esta misma cosa, como si ellos aún estuvieran entre nosotros.
"Ay de los que a lo malo dicen bueno,
y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y
de las tinieblas luz;
que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!" (Isaías 5:20)
"No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Y qué
comunión la luz con
las tinieblas? Por lo cual, Salid de en medio de ellos,
y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré" .(2
Co. 6: 14, 17)
He oído que algunos cristianos creen que pueden disfrazarse en Halloween e ir a evangelizar repartiendo tratados. La Palabra de Dios nos dice algo muy diferente: "no os unáis en yugo desigual con los incrédulos", y esto debería aplicarse también a nuestras obras. Sería muy difícil para alguien de afuera ver la diferencia entre alguien que está disfrazado y buscando caramelos y uno que esté disfrazado y repartiendo tratados. En ningún lugar de las Escrituras vemos al Señor o a los apóstoles tomar el camino de paganos para divulgar el Evangelio; no debería ser diferente para nosotros. Nosotros que somos realmente cristianos nacidos de nuevo, no solo unos religiosos que asisten a cultos, hemos sido justificados en Cristo Jesús. Necesitamos separarnos nosotros mismos de las obras injustas del mundo, no unirnos a ellas y tratar de mezclar el nombre de nuestro Señor con una fiesta pagana. ¿Por qué quisiera alguien retroceder o continuar en las cosas de las cuales hemos sido mandados salir y apartarnos de ellas? Cuando usted separa algo del resto del grupo significa que no está permitido ser mezclado con aquel del cual fue separado. Así es con el cristiano. A través de la sangre de Cristo, los verdaderos cristianos han sido separados del mundo. Hemos sido salvos del juicio y la ira que viene sobre aquellos que rehúsan creer y obedecer. Halloween es un truco, no es un trato. Es un día oscuro y malvado, y aquellos que son de la luz y están caminando en los caminos de Cristo Jesús no deberían tener comunión con eso. Ser personas llamadas y separadas nos hace personas peculiares (Tito 2:14). El mundo puede burlarse y aún perseguir, pero el Señor glorificará a aquellos que le aman y buscan hacer Su voluntad. Amigo, si el Señor viniera un 31 de octubre, ¿dónde te encontraría? ¿Separado de las cosas del mundo o envuelto en sus actividades?
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